lunes, 11 de julio de 2011

"White Material" Claire Denis (2009)






Creo que es ya la tercera vez que hablo en este blog de una película de Claire Denis, así que queda más que claro que es una de mis cineastas actuales favoritas a la que admiro y de la que disfruto con cada uno de sus films. No obstante, White Material, primera de sus películas estrenada en España no es, ni de lejos, mi favorita.

Los caminos de la distribución cinematográfica española son inescrutables, y muchas veces absurdos y paradójicos, así que no sé porqué razón se decidió estrenar este film y no otro de su vasta e interesante filmografía. Por no hablar de la traducción del título original (Una mujer en África), que no le hace para nada justicia y la convierte en una suerte de telefilm de mediodía o bien película de domingo por la tarde apta para abuelitas, despojandola de ese componente tan objetual, tan concreto y casi peyorativo que tiene el nombre original, en inglés, para más inri. A pesar de estos “obstáculos” nos encontramos ante un film rico con características y problemáticas que hemos podido ver en obras anteriores de Denis.



El placer de seguir a los personajes de cerca, escrutándolos con primeros y primerísimos planos, acompanándolos sea en tractor, furgoneta o motocicleta, donde la cámara parece ir pegada a los protagonistas es un signo identificativo de su cine. Situada en un país ex-colonia francesa en plena revolución o guerra civil, encontramos a María Vial (Isabelle Huppert) y su desfragmentada e inestable familia. Su obsesión enfermiza por salvar la plantación de café, en medio del absoluto caos y del miedo que reina entre sus jornaleros, le llevará a desoir las advertencias de todos (familiares, amigos incluso ejército francés) y se negará a abandonar las tierras, no por un sentimiento de apego y amor al terruño sino más bien por un sentimiento posesivo de la propiedad y un miedo tenaz de volver a Francia, cosa que significaría la asunción de su derrota y la confirmación del fracaso de su proyecto de vida. Por si no bastara una guerra civil, un ex-marido, Christopher Lambert, y un ex-suegro algo siniestro y un hijo al borde de la locura (una locura que no acaba ni de comprenderse ni de desarrollarse plenamente) también aparece en escena una especie de figura mitológica, un soldado rebelde malherido apodado El boxeador (Isaach de Bankolé), que es buscado por unos y por otros, pero del que no acabamos de saber el porqué de su cacería, quién lo ha herido y qué ha hecho en su pasado para terminar escondido en el granero de casa de María.



A pesar de mi amor por Denis, de la honestidad del film (de todos sus films), alejado de los tópicos paisajes de la África colonialista y del tufillo de culpabilidad que rezuman muchas películas situadas en un contexto similar, White Material no acaba de tener todos los cabos atados. Denis, hace, no obstante, un buen uso de la elipsis y del flashback para contarnos esta historia, y como siempre, parte de la magnífica atmósfera del film, se debe a la música de sus amiguísimos Tindersticks, pero otros factores oscurecen su buena mano: María, la protagonista principal, es un personaje demasiado embebido en su mundo, se muestra algo plano y repetitivo. Su hijo, Manuel (Nicolas Duvauchelle), es un personaje “inacabado”, tal y como lo describen una vez dentro del film. Su conversión en “el perro amarillo”, un loco con la cabeza rapada y tatuajes un poco de pega, es forzada y precipitada. El malparado suegro se excede en su decisión final, sin un motivo suficientemente de peso y sobre todo, la figura más enigmática y que más juego podría dar, el Boxeador, está más que relegada a un segundo plano (tercero o cuarto más bien) sin dejarnos claro cual es su papel en todo este berenjenal.

Que esto, sin embargo, no nos impida disfrutar de su buenhacer, aunque no sé si la decisión de estrenar esta película justo ahora, y con la escasa acogida de prensa y público, será determinante a la hora de poder ver en salas sus próximas historias. Espero sinceramente no ser agorera y llamar al mal tiempo. Larga vida a Claire Denis.