jueves, 21 de enero de 2010

VENDREDI SOIR Claire Denis (2002)




¿Qué ocurre en un encuentro espóradico entre un hombre y una mujer?, ¿En un momento de intimidad compartida con un extraño?, ¿Qué ocurre cuando la infidelidad no se contempla como una falta, si no como un momento fugáz, una especie de sueño libertador, una “canita al aire”, como se dice popularmente, sin ninguna consecuencia?
Ocurre que se filma “Vendredi Soir”. Más que una película una sinfonía de sensaciones, una amalgama de caricias, sabores, olores, una narración creada puramente a través de la imagen.

Claire Denis filma una historia basada en un relato de Emmanuèle Bernheim en el que Laure (Valerié Lemercier) , una mujer que está a punto de irse a vivir con su pareja, conoce en medio de un atasco monumental en el centro de París a Jean (Vincent Lindon), un guapo y maduro hombre que podría pasar perfectamente por un personaje godardiano. Ahí empieza la ensoñación de Laure, la fantasía con Jean que derivará en una noche de pasión en un hotelucho donde realmente sobran las palabras.

La historia divaga entre la realidad y la fantasía, ¿es real el encuentro?,¿el sexo furtivo, las miradas, las caricias extremadamente íntimas o es una pura fantasía de Laure, que teme al compromiso, que ve en Jean su última oportunidad de libertad pre-conyugal?. Para acentuar esta sensación de ensoñación aparecen ciertos momentos de “realismo mágico” que chirrían bastante dentro de la narración, haciéndolos totalmente prescindibles (anchoas que se mueven en una pizza, lámparas voladoras…).

Denis persigue nuevamente a sus personajes, los enmarca en planos detalle que remarca la supremacía de lo atmosférico, una creación de sensaciones a través de las imágenes y también de la música que acompaña todo el encuentro de los amantes furtivos.

No se trata de un “amour fou”, ni de una fuga de enamorados como en “Les amants” de Malle, pero sí encuentra un fuerte paralelismo con las películas de Wonk Kar Wai (la escena en ralentí con el cruce de ambos en las escaleras) aunque menos preocupada por la estética, o con el “Film Noir”, especialmente en las escenas del atasco o cuando Jean “toma el control” del coche en una trepidante secuencia que viene acompañada por un tratamiento musical que enfatiza esta referencia.

Menos gamberra que “Trouble Every Day”, Denis explora la fantasía femenina de una forma abrumadoramente honesta, aunque la forma cojee de cuando en cuando .El sexo, las preocupaciones, el enfurruñamiento (él le muerde más fuerte de lo normal), las fabulaciones que Laure se crea respecto a Jean, la pequeña sospecha…todo está contado a través de unos ojos de mujer, cómo no puede ser de otra forma. Simplemente una microhistoria de ¿amor? que sucede en un viernes noche.

lunes, 18 de enero de 2010

Decadencia y Simulacros



Siempre he querido apartarme de la concepción organicista de la historia pero empiezo a creer que estamos viviendo una auténtica etapa de decandencia, sobre todo a nivel cultural. Ya lejos de adentrarme en la política cultural de este país y en concreto de Cataluña, con su cerrazón, su oligarquía y sus “marcas”, veo una decadencia generalizada, una falta de interés tanto por aquellos que nos cuentan historias (ya bien sea a través del cine, las artes plásticas, la literatura…) como por aquellos que escuchan esas historias.
Siempre hay alguien que tiene algo que contar y, lo más importante, sabe como contarlo, pero ¿Hay alguien para escucharlo?. ¡Por supuesto! Cada martes el Ambigú ( http://www.retinas.org/index/ ) reúne al menos a unas 200 personas en sus pases de películas que carecen o han carecido de distribución en España. Largas colas aguardan a los cinéfilos que alegremente gastan su dinero en ver algo diferente a lo que nos hacen consumir habitualmente. Entonces resulta que sí hay un público para esas “otras narraciones”, ¿cierto?.
La cosa me llega a deprimir de verdad cuando veo que “Avatar” lleva el camino de encumbrarse como la película más taquillera de la historia. No sólo contento con la recaudación multimillonaria de la cinta, James Cameron, amenaza ahora con prolongar las aventuras de Pandora y sus hippies habitantes con una trilogía, que suponemos será igual de burda y maniquea que la primera de la saga. No sólo contentos con premiar en los Globos de Oro a Cameron como mejor director y mejor película (en detrimento de su ex mujer, Kathryn Bigelow y la que parece ser la sorpresa agradable de este año con su “The hurt locker”), el Globo de Oro a la mejor comedia se lo ha llevado “Resacón en las Vegas”. Sí, ya sé que tanto los Globos, los Oscar, los Goya, etc, son más una cuestión de marketing que de talento, pero,¿no es acaso sintomático que estas dos películas se lleven los Globos de Oro a mejor película y mejor película de comedia o musical respectivamente?,¿Por qué cada vez que he ido al cine últimamente salgo con la sensación de que me están tomando el pelo?, ¿dónde están las buenas historias y los buenos narradores de historias?, ¿por qué no llegan al circuito? Ya que creo que la crisis se desata más bien en los circuitos de distribución y en los despachos de aquellos que gestionan las cotas de beneficio que puede alcanzar un film.

Mi preocupación es más bien a largo plazo, ya que, si sólo nos llegan películas nefastas, con mensajes banales y simplistas, ¿qué clase de base cinematográfica tendrán los cineastas y sobre todo, los espectadores venideros?. Cada vez el espectador se hace menos exigente con aquello que ve en la pantalla, se deleita con las cabriolas técnicas y “el parece que es de verdad”, pero, ¿desde cuándo el cine es sólo técnica?, ¿desde cuándo es sólo entretenimiento?.De nuevo más simulacros, de nuevo se prefiere el ramo de rosas de plástico “qué parece de verdad”, al verdadero ramo, oloroso, efímero pero con “aura”.

El cine cómo la literatura, nos sirven, no sólo para suspender la credibilidad y nuestras vivencias personales cotidianas por momentos, sino también nos ayudan a ubicarnos en el mundo, nos forman y nos acompañan. Si, en esta supuesta época decadente, nos acompañan modelos como “Resacón en las Vegas”, “Avatar” nos empobrecemos un poco más, nos amansamos un poco más…

Camus decía que el “hombre rebelde es aquel que dice que NO”. Pues, digo que no a las nuevas y vacías narraciones, a los adalides de la técnica que auguran el final del cine “tal y como lo conocemos” y digo que no a la falta de espíritu crítico por parte del espectador, animalillo domesticado que ya no sabe mirar, sólo deglutir.

jueves, 14 de enero de 2010

TROUBLE EVERY DAY Claire Denis (2001)

TROUBLE EVERY DAY Claire Denis (2001)

“Quién bien te quiere te hará llorar” reza el refranero popular, y no hay mayor verdad. Así parece decirnos Claire Denis en su largometraje “Trouble Every Day”, (que en una chispa de ingeniosidad por mi parte traducí como “La lía cada día ).En esta cinta del 2001 Denis explora los oscuros e intrincados recovecos de la pasión y del amor que empujan a los protagonistas a situaciones límites (violencia brutal, canibalismo…) en una metáfora extrema del amor y de la soledad del individuo.

No es exactamente el amor lo que lleva a Corè (fantástica Beátrice Dalle) a devorar hombres a diestro y siniestro que, llevados por su voluptuosidad, acaban entre sus brazos y entre sus dientes como si de una mantis religiosa se tratara, si no una extraña enfermedad con la que su marido Léo (Alex Descass) estuvo experimentando en el pasado. Así mismo, Shane (Vincent Gallo), científico americano en viaje de luna de miel con su apocada esposa June (Tricia Vessey) y ex amante de Corè, es el responsable de haber inoculado a ésta la enfermedad tras robarle el experimento a Leo. Ahora él también se ve aquejado por esta extraña y sangrienta enfermedad y aprovecha el viaje a París para buscar a Léo y Coré, sin un proposito muy claro. Mientras tanto tratará de reprimir sus instintos ante su mujer.

Corè vivé en una orgía de sangre pero bajo los cuidados y la protección de su marido Leo, que se encarga de recogerla cada vez que se escapa de casa en busca de sangre. Corè y Lèo se aman, pero Corè desea la muerte y sobre todo desea no hacer daño a su marido. Así mismo, Shane, en pleno proceso inicial de la enfermedad, siente impulsos de sangre, pero trata de reprimirse con tal de no dañar a June. Su represión es tal que se siente incapaz de tener sexo “normal” con su mujer, quizás por miedo a que en un arrebato pasional, un bocado certero acabe con la vida de June. (Permitidme la licencia ¿A caso no os recuerda esto a “Twilight”?¿Serà que la Meyers vio “Trouble every day” antes de escribir su famosa trilogía?. La represión del amante para no dañar al amado es, a la postre, una narración arquetípica como bien puede ser “La dama de las Camelias”. Meyers por supuesto ha descubierto la sopa de ajo, pero, cualquier tipo de comparación de las películas de la saga Twilight con “Trouble Every Day” es un ejercicio de malabarismo imposible.

Infectados hambrientos, pero no es una de zombies, impulso sexuales y sedientos de sangre pero no es una de vampiros, caníbales sexys pero no es gore. Denis marca un gol al género y sale victoriosa en este film de planos certeros y pausados, diálogos escasos donde priman más las sensaciones (las respiraciones, jadeos, lloriqueos, la sangre, el semen…) y una aséptica visión de los personajes que no nos deja tomar partido por ninguno de ellos. La cámara sigue a los personajes en su deambular, sigue sobre todo a las víctimas en planos cercanos, tanto que podemos nosotros mismos oler lo que ellos huelen, sentir el frufrú de su ropa en el metro, el flotar de los pelillos de la nuca, su sudor, su aliento…. Un puñado de sensaciones que explotan en un par de escenas desgarradoras, rozando el gore sin llegar a ser extremadamente explícitas. Si puede haber sutilidad en el gore ésta es la película. Nunca la expresión “comer el coño” fue tan literal…

El amor es un vampiro, el amor es un monstruo, un caníbal. Como decía un poemita de Isabel Escudero, “Tu no quieres conocerme, quieres desentrañarme”, y nada más lejos de la realidad. Pero, ¿es el amor entonces lo que nos lleva a reprimir aquello que verdaderamente somos?. Kadarè afirma que curiosamente, el sentimiento más hermoso del mundo, el amor, es aquel que menos soporta la verdad. ¿Nos reprimimos para no hacer daño al otro, o para no ser dañados?, ¿hay amor sin represión?, ¿es la pareja el nido protector o una construcción antinatural? .Homo homini lupus, desde luego…


Ficha técnica
Director: Claire Denis; Guión: Claire Denis / Jean-Pol Fargeau; Fotografía: Agnès Godard; Música: Tindersticks; Montaje: Nelly Quettier; Casting: James Calleri / Nicolas Lublin / Richard Rousseau; Vestuario: Judy Shrewsbury / Caroline Tavernier; Maquillaje: Magali Ceyrat / Dalle
Michel Demonteix / Danièle Vuarin; Efectos visuales: David François / Christian Guillon.
Cast: Vincent Gallo (Shane), Tricia Vessey (June), Béatrice Dalle (Coré), Alex Descas (Léo), Florence Loiret-Caille (Christelle), Nicolas Duvauchelle (Erwan), Raphaël Neal (Ludo), José Garcia (Choart)
Francia / Alemania / Japón, una producción Canal + / Centre National de la Cinématographie (CNC) / Dacia Films / Kinetique Inc. / Messaouda Films / Rézo Films / Rézo Productions / Zweites Deutsches Fernsehen (ZDF) / Arte France Cinéma / Arte; Productores: Georges Benayoun / Françoise Guglielmi (productor asociado) / Philippe Liégeois / Kazuko Mio (co-productor) / Jean-Michel Rey / Seiichi Tsukada (co-productor)
101 minutos; Color; Idioma original: Inglés;
Estrenada en Francia el 11 de julio de 2001, previo paso por el Festival de Cannes en mayo del mismo año. Vista en España el 10 de octubre de 2001 en el Festival de Sitges.

Despacito y buena letra...

Uno siempre empieza un blog con la básica intención de comunicar, de expresar, de crear y de compartir esa creación, hacer que crezca y sea rica. Quizás son metas demasiado pretenciosas para un blog. Este no tendrá nada que otros blogs no tengan, será uno más, pequeño, humilde y honesto. Mirará (sobre todo) y será mirado.
Empezamos.